La pelea es ganada en un lugar lejano y perdido, lejos de testigos. Detrás de las líneas, en el gimnasio y fuera del camino. Muhammad Ali.
Las carreras no sólo se ganan en las pistas. Las carreras se ganan, quizá, mucho antes de siquiera pisar el asfalto. Ganar no es fácil y eso lo sabe todo aquel que alguna vez lo hizo y algunos que aún no lo han hecho y lo desean con todo su ser.
Ser el mejor significa mantener, prácticamente a la perfección, el equilibrio entre todas las fuerzas que trabajan en contra de uno. Ganar es romper la expectativa de la entropía.
La preparación de un deportista, de un piloto ha de pasar necesariamente por entender de forma muy clara y precisa de qué trata su labor, cuales son las variables que entran en juego para conseguir alcanzar la meta el primero. No sólo depende del mejor motor, ni de la mejor puesta a punto del chasis.
Una correcta preparación psicológica tendrá en cuenta el complejo entorno del piloto fomentando relaciones saludables, constructivas, sólidas y seguras. Creará y desarrollará fortalezas humanas además de las propias deportivas, pues son esas sobre las que ha de sustentarse en las derrotas y con quien ha de disfrutar los éxitos. Nuestro deporte, a pesar de ser clasificado como individual, es un deporte en que el deportista depende de una forma muy significativa de su equipo. Nuestro piloto nunca gana solo, nunca pierde solo. La psicóloga o psicólogo deportiv@ ha de crear y fomentar vínculos fuertes entre aquellas personas responsables del triunfo. En karting está muy claro el papel de cada agente y es fundamental entenderlo para no provocar confusiones que debiliten la concentración de nuestro piloto.
Éste es mi séptimo año en competición y he observado y sigo observando cómo grandes pilotos pierden los papeles, como algunos padres, ante su propia frustración, sobrecargan a su hijo dificultando su natural destreza y comprometiendo su futuro. En alta competición no sólo basta con una técnica depurada. Esa hay que darla por descontada. No es suficiente con un material de primera, en la competición de primer nivel se tiene que contar con ella. Cuando llegamos a niveles de alto rendimiento lo que nos avala, lo que nos permite mantenernos, es una profunda, sólida y muy bien fundamentada preparación psicológica. Ella ha de tener en cuenta aquellas variables que afectan al rendimiento humano y específicamente deportivo: la motivación, manejo y control del estrés, atención, control de la activación y auto confianza. Ésta última es el pilar fundamental para el éxito. Esta variable es el verdadero resultado de una adecuada preparación técnica, física, cognitiva y emocional.
Esta específica preparación es el objeto de la psicología deportiva. Esta ciencia aporta un cuerpo de conocimiento que pone a disposición de los deportistas para que estos desarrollen su rendimiento al máximo de su potencial.
El camino de un campeón está trazado mucho antes de ser recorrido, sólo hay que descubrirlo. La psicología deportiva te entrega los medios para poder hacerlo.
El valor del trofeo descansa en la calidad de los rivales a batir
Desde aquí lanzo un sincero reconocimiento a todos los compañeros de Jon que muestran su valía como pilotos y como personas en cada ocasión. Es un placer compartir con ellos asfalto y padock. Son ellos quienes hacen el triunfo tan satisfactorio, porque no lo ponen fácil.
Fuente: Diana Albors, psicóloga deportiva, madre del piloto de karting Jon del Valle-iturriaga Albors campeón de la Copa Mojo 2013.